Avances en terapias génicas: CRISPR y ARN prometen revolucionar el tratamiento del colesterol
Los avances en terapia génica, particularmente en tecnologías como CRISPR y ARN mensajero (ARNm), están marcando un hito en el tratamiento de enfermedades genéticas y crónicas. Estas herramientas innovadoras ofrecen la posibilidad de corregir genes defectuosos con una precisión sin precedentes, renovando las esperanzas en la medicina personalizada. En el ámbito de los trastornos lipídicos, investigaciones recientes sugieren que estas terapias podrían transformar la forma en que se aborda el colesterol alto, uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares. Al intervenir directamente en los mecanismos biológicos que regulan el colesterol, estas terapias prometen alternativas más eficaces y duraderas frente a los tratamientos convencionales.
Un ejemplo de estos avances es el reciente estudio observacional italiano CHOLINET, que evaluó la eficacia de inclisirán, un tratamiento innovador para reducir el colesterol LDL en pacientes con alto riesgo cardiovascular.
Inclisirán: una herramienta contra el colesterol LDL
La proproteína convertasa subtilisina/kexina 9 (PCSK9) es una proteína hepática que degrada los receptores de colesterol LDL (cLDL), contribuyendo a mantener altos los niveles de colesterol circulante. Inclisirán, un ARN interferente sintetizado químicamente, actúa reduciendo la síntesis hepática de PCSK9, lo que genera una disminución sostenida de cLDL.
El estudio prospectivo y multicéntrico CHOLINET incluyó a 659 pacientes tratados en 31 centros médicos entre noviembre de 2022 y febrero de 2024. Los resultados mostraron una reducción promedio del 51,2% en los niveles de LDL-C a los tres meses, alcanzando un 55,7% a los nueve meses. Este tratamiento demostró ser especialmente efectivo en pacientes con un riesgo cardiovascular muy alto y niveles de LDL-C superiores a 70 mg/dl, pese a estar bajo tratamiento con estatinas y/o ezetimiba.
Además, el uso de inclisirán no presentó efectos secundarios significativos, y la mayoría de los pacientes alcanzaron los objetivos terapéuticos establecidos. Este hallazgo refuerza los datos de estudios aleatorizados previos, que reportan reducciones similares en los niveles de LDL-C tras el tratamiento.
El 98% de las prescripciones fueron realizadas por cardiólogos, destacando la relevancia de inclisirán en el manejo de enfermedades cardiovasculares. Los controles periódicos de lípidos antes de cada administración subrayaron la eficacia del tratamiento y su potencial para mejorar la adherencia terapéutica en pacientes con dislipemia resistente a métodos convencionales.
CRISPR: edición genética para el control del colesterol
Paralelamente, las terapias génicas basadas en CRISPR están siendo exploradas como una solución permanente para el control del colesterol elevado. Aunque el equilibrio entre el colesterol HDL y LDL puede mejorarse con dieta y ejercicio, en casos de hipercolesterolemia familiar heterocigota (HFH), estas medidas suelen ser insuficientes. Esta condición genética afecta a 1 de cada 250 personas y requiere tratamientos constantes como estatinas o inyecciones periódicas para evitar complicaciones cardiovasculares graves.
Un ensayo clínico de fase I ha mostrado resultados preliminares prometedores, sugiriendo que una única infusión de terapia basada en CRISPR podría reducir de manera permanente los niveles de colesterol LDL. Este avance combina nanopartículas lipídicas y tecnología CRISPR para desactivar un gen en el hígado que contribuye al aumento del colesterol.
A diferencia de otros tratamientos génicos que implican la extracción de células, este enfoque actúa directamente sobre el ADN en el organismo. Las nanopartículas lipídicas, similares a las utilizadas en las vacunas contra la COVID-19, transportan el material genético al hígado, donde se dirigen al gen PCSK9. Al desactivar este gen, se evita la destrucción de receptores de LDL, facilitando el procesamiento del colesterol y reduciendo significativamente sus niveles.
En estudios con primates no humanos, esta terapia logró disminuir los niveles de colesterol LDL hasta en un 69% durante más de un año, con reducciones de la proteína PCSK9 de hasta un 83%. Estos resultados respaldan el potencial de CRISPR como una solución permanente para el colesterol elevado, ofreciendo nuevas esperanzas para su aplicación en humanos.
Una revolución en el tratamiento del colesterol
Las tecnologías basadas en inclisirán y CRISPR representan un cambio paradigmático en la lucha contra el colesterol elevado, especialmente en pacientes con alto riesgo cardiovascular. Estas innovaciones no solo prometen mejorar la calidad de vida de millones de personas, sino también redefinir los estándares en el manejo de enfermedades cardiovasculares.
Con información de https://cardioalianza.org/