Entrevistas de trabajo con IA: cómo prepararse para afrontarlas, según expertos de Harvard

25/01/2024

Algunos departamentos de recursos humanos recurren a las entrevistas de video automatizadas, y algunos incluso confían en la IA para tomar decisiones sobre quién pasa a una siguiente ronda. Las claves para superarlas con éxito.

Durante el aislamiento de la pandemia, muchos procesos de gestión de recursos humanos se trasladaron a Internet. Y aunque la vida vuelva a ser más presencial, muchos de estos procesos han llegado para quedarse. Uno de ellos son las entrevistas de trabajo virtuales o pregrabadas, que algunas organizaciones aplican, cada vez más guiadas por inteligencia artificial (IA). Estas entrevistas suelen acortar el proceso de contratación, lo que abarata el coste para las empresas de encontrar a los candidatos adecuados.

Este cambio irá modificando la experiencia de los solicitantes de empleo, y no siempre para mejor. En algunos países, es probable que los solicitantes de empleo más jóvenes que buscan su primer puesto, colocación o prácticas se enfrenten a un bot en su primera entrevista y esto, sin duda, se irá extendiendo cada vez más.

En el tipo más extremo de esas entrevistas de vídeo automatizadas (AVI), un bot hace unas cuantas preguntas predefinidas, dando al candidato un breve espacio de tiempo para responderlas, y toma una decisión sobre la persona en ese mismo momento. Los expertos las definen como entrevistas dirigidas por IA.

Mientras que algunas cosas sobre las AVI y las entrevistas tradicionales en persona o por teléfono siguen siendo las mismas (los candidatos deben causar una buena primera impresión), hay mucho que sigue siendo un misterio para los solicitantes de empleo sobre las entrevistas dirigidas por IA. ¿Cuál es la diferencia entre causar una buena impresión en línea y en persona? ¿Y cómo se impresiona a un algoritmo?

La revista Harvard Business Review publicó una breve guía que ofrece algunos consejos para responder a estas preguntas. En primer lugar, los expertos hicieron un breve resumen de en qué consisten las entrevistas dirigidas por IA y qué datos es probable que se recojan durante la entrevista. En segundo lugar, explicaron cómo prepararse psicológicamente para enfrentarse al algoritmo. Por último, orientaron sobre las medidas prácticas que puede tomar una persona para causar una buena primera impresión.

 

¿Qué son las entrevistas de vídeo automatizadas?

Las pruebas diseñadas para medir diversas habilidades, pruebas de personalidad y otras evaluaciones se están convirtiendo en parte de las estrategias de contratación de muchos departamentos de personal (Getty Images)

Según los especialistas de Harvard, “el primer paso para prepararse es ser consciente del tipo de entrevista al que se va a someter. Existen diferentes tipos, dependiendo de cómo se utilice la tecnología en el proceso de selección, y la IA puede estar implicada en diversos grados”.

“También es importante —detallaron— tener en cuenta que no todas las entrevistas en vídeo utilizan tecnología de IA. Por ejemplo, algunas entrevistas consisten simplemente en la grabación de un vídeo, que luego verán los responsables de contratación. En otras, la IA procesa distintos tipos de datos recogidos durante el vídeo. He aquí algunos tipos clave de entrevistas”.

Para asegurarte de que tu próxima entrevista incluye IA, aconsejaron prestar atención a los siguientes términos en los correos electrónicos que recibas sobre la entrevista o en la letra pequeña: aprendizaje automático, análisis predictivo, algoritmos de decisión, motores de recomendación o decisión basada en datos.

“Si una persona identifica estos términos, puede esperar que se recopilen tres tipos de datos: visuales (expresión facial, movimiento de los ojos, movimiento de las manos), verbales (vocabulario, palabras clave) y vocales (tono de voz, pronunciación). Las entrevistas dirigidas por IA utilizan los datos recogidos para generar automáticamente una predicción sobre si el candidato es la persona que están buscando”, indicaron.

Por ejemplo, la IA diseñada para predecir si alguien es un buen candidato o no podría utilizar big data de contrataciones anteriores y su posterior rendimiento en el trabajo, prediciendo las características del candidato que podrían correlacionarse con un mayor rendimiento laboral.

Las entrevistas que utilizan IA tienen algo en común: un candidato se encontrará delante de una pantalla, a veces con su propia imagen reflejada, respondiendo a preguntas automatizadas con poco tiempo para pensar. Desaparecen las interacciones humanas y las señales en tiempo real que recibimos de nuestro entrevistador, que nos dan una idea inmediata de cómo lo estamos haciendo. También han desaparecido los tiempos de transición a la oficina u otro edificio físico; ya no hay viaje a posibles lugares de trabajo, ni cambio de un entorno que nos prepare mentalmente para pasar al modo entrevista.

“En nuestra investigación, descubrimos que esta experiencia suele ser confusa e inquietante. Los solicitantes de empleo se ven arrastrados en dos direcciones: Por un lado, la novedad de la tecnología y la calidad ‘superior’ que a veces se atribuye a la IA les hace sentir que se trata de una experiencia futurista destinada a superar los prejuicios humanos. Por otro, la falta de conexión humana durante la entrevista y la tensión del momento es una mezcla desalentadora que aumenta la ansiedad. Advertimos de que la glorificación de la tecnología se basa a menudo en una idealización y una mala comprensión de lo que la IA puede (y no puede) hacer”, advirtieron los expertos.

Muchas personas encuentran que los métodos estándar de revisión de currículums y cartas de presentación están desactualizados y, en última instancia, son inútiles al evaluar las cualidades y capacidades de los empleados potenciales

Y añadieron: “Descubrimos que la tendencia de los candidatos a glorificar la tecnología les hacía confiar en que tomaría mejores decisiones que los humanos. El resultado era que se sentían ‘juzgados’ por una especie de ente superior. Nosotros, en cambio, animamos a los candidatos a comprender que la tecnología no es perfecta ni mucho menos”.

Por el contrario, para los especialistas, “este tipo de entrevistas pueden adolecer de escasa validez; por ejemplo, no son muy buenas para predecir rasgos de personalidad a partir de comportamientos verbales y no verbales extraídos de vídeos. Eso significa que la tecnología a menudo no es lo bastante buena para medir lo que se supone que debe medir o, en otras palabras, que la IA no es tan avanzada como se anuncia”.

Como era de esperar, algunos analistas han considerado el uso del reconocimiento facial y otras tecnologías como pseudociencia, y algunos tribunales lo han prohibido. Por eso, aconsejan “adoptar una actitud pragmática ante cualquier juicio que emita la tecnología por impreciso y potencialmente erróneo y sesgado. En otras palabras, no dejar que la IA nos quite la confianza en nosotros mismos antes o durante una entrevista”.

 

Causar una buena impresión significa seguir siendo humano

A pesar de los defectos de los AVI, en particular los que utilizan la IA, es probable que nos los sigamos encontrando. Entonces, ¿cuál es la mejor manera de abordar estas entrevistas? Muchas plataformas de entrevistas de IA sugieren que simplemente “seas tú mismo”. Y sin embargo, en su investigación anterior, los expertos se dieron cuenta de que esto es precisamente lo que los candidatos encuentran difícil.

“Enfrentados a una AVI, tendían a comportarse de forma poco natural. La gente nos contó cómo se ajustaban de maneras que pensaban que les harían parecer mejores, manteniendo una postura rígida, una mirada fija y utilizando las manos lo menos posible. Al intentar causar una buena impresión al algoritmo, muchos de nuestros entrevistados nos dijeron que sentían que ellos mismos se estaban convirtiendo en robots”, contaron los investigadores.

Para causar una buena primera impresión, es fundamental comprender no sólo la tecnología, sino también la presión a la que uno se ve sometido en presencia de ella. El truco está en ser lo más natural posible, a pesar de lo antinatural que pueda parecer. Así que, para contrarrestar la reacción instintiva de rigidez robótica, los científicos sugirieron a los entrevistados que practiquen, primero en presencia de otros humanos en línea, y luego en solitario.

“Primero, acostúmbrate a hablar ante una pantalla. Pídele a un amigo que utilice Zoom o WhatsApp Video y pídele que te haga preguntas preestablecidas. Cada vez más, las preguntas de las entrevistas se pueden encontrar en bancos de preguntas ofrecidos por distintos sitios universitarios que preparan a sus estudiantes para enfrentarse a estas entrevistas”, dijeron y sugirieron un enfoque en tres pasos para este juego de rol.

“Al principio, practica con las cámaras encendidas, para que tus amigos te hagan preguntas mientras tú los ves en pantalla. Al principio, la presencia de otro ser humano te tranquilizará y te ayudará a encontrar la confianza necesaria para responder, como lo harías en una entrevista normal. Grábate, reprodúcelo y analiza lo que has hecho bien. Recuerde que la psicología positiva nos dice que centrarse en los puntos fuertes, más que en los puntos de desarrollo, puede dar lugar a una mejora más rápida de los comportamientos deseados”, remarcaron.

En segundo lugar, aconsejaron repetir el mismo ejercicio, con tu amigo haciendo preguntas, pero con la cámara apagada. “Será más incómodo hablarle a una pantalla negra, pero te estarás acercando a lo que será utilizar AVI. De nuevo, grábate a ti mismo, analiza la grabación, identifica lo que hiciste bien y observa si hubo diferencias en esta ronda”, continuaron.

En el tercer paso, recomendaron preparar unas cuantas preguntas en un documento y hacerlo solo. “Háblale a la pantalla de tu ordenador y grábate. ¿Qué hiciste bien? ¿Y qué hiciste diferente que cuando te enfrentaste a un humano? Si realizas los tres pasos de forma analítica, te darás cuenta de cómo te desenvuelves en distintos tipos de condiciones y, con la práctica, serás capaz de adaptar tu espontaneidad a una conversación entre humanos, incluso durante una AVI”, añadieron.

Por último, aunque la preparación psicológica forma parte de la preparación para una AVI, la parte práctica también es importante. “Descubrimos que los candidatos que tuvieron éxito en nuestra investigación —aseguraron— dedicaron tiempo a asegurarse de que su entorno fuera algo ‘parecido al trabajo’. Tenían un fondo neutro, se aseguraban de que la iluminación y el sonido fueran buenos para poder captarlos bien en cámara y volvían a comprobar que su tecnología funcionara correctamente. También ensayaron en el mismo entorno antes de la entrevista y reservaron tiempo suficiente para realizarla cómodamente. Esencialmente, se comportaron como si tuvieran que ir a una entrevista en persona, preparándose tanto psicológica como físicamente”.

“Las AVI, como forma novedosa de contratación, pueden tener una curva de aprendizaje pronunciada para los candidatos. Les pedimos que sean reflexivos con el proceso y con su actuación, sin juzgarse a sí mismos. Somos humanos, y tener que enfrentarse a una nueva tecnología en un momento tan importante como una entrevista de trabajo puede generar incomodidad y ansiedad. Pero, como en todo, cuanto más experiencia adquieras con las entrevistas automatizadas, mejor te desenvolverás”, concluyeron.

 

Fuente: Infobae