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13/06/2017

Médicos y farmacéuticos piden que se cumpla la ley de genéricos

Los profesionales admitieron que pese a que lleva 15 años de vigencia, la norma que permite la prescripción sin marca comercial no se cumple como corresponde.

A 15 años de la sanción de la ley 25.649 referida a la obligación de los médicos de realizar la prescripción médica a partir de los genéricos, cada año su incumplimiento es mayor. El espíritu de la norma era permitir a cada paciente que defina cuál producto adquirir, en base al menú de opciones. Sin embargo, quedó una ventana abierta en el segundo párrafo de la ley, el cual da herramientas para su incumplimiento. Es el que puntualiza que la receta puede indicar, además del genérico, una marca comercial. 

De acuerdo con los estudiosos de la situación, la prescripción de genéricos ha quedado desvirtuada por la presión que hacen los laboratorios, imponiendo sus medicamentos a través del marketing y el lobby empresarial. Carlos Deguer, secretario general de la Asociación Médica de Bahía Blanca, reconoció que más allá de haber significado "un adelanto" en materia de salud, la ley "no se ha cumplido, lamentablemente, por varias causas". 

Si bien el directivo admitió la presión de la industria farmacéutica buscando imponer sus marcas comerciales, señaló que mucho más preocupante y contradictorio es que las principales obras sociales del Estado, IOMA y PAMI, exigen a sus médicos que, además del nombre genérico, indiquen en sus recetas una marca comercial. "Enfrentamos claramente un problema de conducta, porque se trata de una herramienta para permitir ahorros y las propias obras sociales conspiran contra eso", agregó. 

Por eso insistió en manifestar que "hay muchos actores que conspiran para que la ley sea un fracaso, no es tan solo la presión de los laboratorios". Deguer mencionó además que la población tampoco terminó de incorporar el uso de genéricos: "Culturalmente no ha estado preparada para ese cambio". Y subrayó que existe una clara tendencia a adquirir las marcas indicadas por los médicos. 

Deguer aclaró que un medicamento genérico está avalado en su composición por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), dependiente del Ministerio de Salud de la Nación. "La diferencia está dada por la promoción que los laboratorios hacen de sus marcas, una cuestión de marketing y de imagen. Los efectos de todos deben ser iguales", aseguró. 

María Eugenia Beguiristain, integrante de la comisión del Colegio de Farmacéuticos de Bahía Blanca, explicó que, en general, las farmacias disponen de varias marcas de todas las drogas y los profesionales asesoran a los clientes sobre las posibilidades que disponen en cuanto a precios. Señaló sin embargo que la decisión de IOMA y PAMI de obligar a sus médicos a sugerir una marca impulsa a muchos de los pacientes a seguir esa indicación. "Nosotros les explicamos las alternativas que hay, pero en general entienden que deben comprar la marca sugerida", comentó. 

Añadió que en algunas drogas las diferencias de precios entre una marca comercial y un genérico es mucha, mientras que en otros casos es mínima. "Cuando la diferencia de costo es poca, la idea es que la gente lleve el medicamento de siempre, para que no se confunda luego por su color o envase", señaló. 

Beguiristain reconoció que todos los medicamentos cumplen con las mismas cualidades de contenido, aunque mucha gente siente preferencia por determinada marca. "A veces indican que alguno en particular le genera acidez o tiene efecto más rápido, pero no siempre eso coincide con que sea el más caro. A veces la preparación del medicamento puede tener un proceso distinto, pero sus componentes son siempre los mismos", dijo. 

Por último relativizó que los laboratorios presionen para que las farmacias no dispongan de genéricos. "Faltan a veces porque sus fabricantes los distribuyen en hospitales y no se ocupan tanto de atender a las farmacias", sugirió. 

Para la Organización Mundial de la Salud un medicamento genérico es el que se vende bajo el principio activo que incorpora, siendo bioequivalente a la marca original, es decir, igual en composición y forma. Puede reconocerse porque en el envase en lugar de un nombre comercial figura la sustancia de la que está hecho y el nombre del fabricante. La ventaja de un genérico frente a uno de marca es el menor costo de fabricación. No obstante, cumple con los mismos registros sanitarios y tiene la misma eficacia sobre el organismo.

 

 

Fuente: Mirada Profesional

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