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18/03/2019

Llega país nuevo fármaco para personas con artritis psoriásica que no responden a los antirreumáticos

El medicamento, cuyo el principio activo es el tofacitinib, está destinado a personas que han sido intolerantes al metotrexato u a otros fármacos del tratamiento tradicional.

La artritis psoriásica es un trastorno que causa dolor e inflamación en las articulaciones, en personas que padecen psoriasis. Se estima que el 30 por ciento de quienes tienen este mal desarrollan problemas de articulaciones, y deben ser tratados como parte de esa patología. Muchas de estas personas no responden a los tratamientos tradicionales, por lo que llegó al país un nuevo medicamento cuyo principio activo es el tofacitinib, que ayuda a este tipo de pacientes. El fármaco es recomendado para adultos que han tenido una respuesta inadecuada o que han sido intolerantes al metotrexato u a otros fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD, por sus siglas en inglés). Esta nueva opción terapéutica debe utilizarse en combinación con DMARDs no biológicos, informaron los especialistas durante la presentación. 

Con el visto bueno de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), se aprobó una nueva indicación para el medicamento de toma oral con el principio activo tofacitinib. Tofacitinib demostró reducir los signos y síntomas de la artritis psoriásica y mejorar la función física y el índice de discapacidad de los pacientes. Se trata de una nueva clase terapéutica que tiene un novedoso mecanismo de acción, encargado de inhibir las ‘vías JAK’, que son conexiones dentro de las células que -cuando están alteradas- favorecen la aparición de inflamación y otros signos de la enfermedad. “Disponer de nuevas terapias para enfrentar esta enfermedad reumática siempre es destacable, más aún cuando ofrecen un mecanismo de acción diferente a todo lo conocido, una forma de administración tan amigable como la toma oral, que contribuye enormemente a la adherencia del paciente a su tratamiento, y cuando están respaldadas por importante evidencia científica en estudios clínicos internacionales”, expresó. Gustavo Citera, Jefe de la Sección de Reumatología del Instituto de Rehabilitación Psicofísica (IREP). 

La artritis psoriásica es una enfermedad inflamatoria y autoinmune, ligada a la psoriasis, que se caracteriza por dolor y rigidez en las articulaciones, inflamación en los dedos de las manos y pies y dificultad para movilizarse, pudiendo afectar seriamente la calidad de vida. También puede manifestarse en otras articulaciones como rodillas o codos, y afectar tendones, ligamentos o la piel. Se presenta en cerca del 30 por ciento de quienes tienen psoriasis, por lo que se estima que en la Argentina la padecen más de 200 mil personas. Se calcula que entre el 40 y el 60 por ciento de los casos de artritis psoriásica pueden desarrollar la forma erosiva y deformante. Distintos relevamientos mostraron también que más de la mitad de las personas con esta condición reportó que su enfermedad era grave, mientras que 9 de cada 10 manifestaron sentir la necesidad de tener mejores terapias para el manejo de su enfermedad. 

“Mantener controlada la artritis psoriásica no solo mejora notablemente la calidad de vida del paciente, sino que disminuye el riesgo de que desarrolle manifestaciones extra articulares y comorbilidades asociadas, como enfermedad cardiovascular, diabetes, obesidad, síndrome metabólico, osteoporosis, enfermedad inflamatoria intestinal, depresión y ansiedad, entre otras”, completó Citera. Avalan la eficacia y seguridad del tofacitinib en artritis psoriásica tres trabajos globales: los dos estudios multicéntricos Oral Psoriatic Arthritis TriaL (OPAL Broaden y OPAL Beyond) y el estudio abierto de fase III en curso OPAL Balance, cuya finalización está prevista para 2020. Adicionalmente, tofacitinib posee una robusta evidencia científica de sus beneficios para el tratamiento de la artritis reumatoidea, con más de 5 años de presencia como opción terapéutica disponible para esta enfermedad en nuestro país. 

Por su parte, Alberto Lavieri, médico dermatólogo, Coordinador del ‘Grupo Argentino de Psoriasis’ de la Sociedad Argentina de Dermatología, aseguró: “Sabemos que la psoriasis se manifiesta en diferentes partes del cuerpo. Sin embargo, consideramos marcadores clínicos de mayor posibilidad de padecer artritis psoriásica, aquellas lesiones localizadas en las uñas, cuero cabelludo y/o pliegue interglúteo”. Tanto la psoriasis como la artritis psoriásica producen inflamación, pero en zonas diferentes del cuerpo. En el caso de la psoriasis, es la piel (y otros órganos) la que se inflama. En cambio, cuando se trata de artritis psoriásica, son las articulaciones (manos, columna vertebral u otras) las que se encuentran afectadas. Casi siempre aparece primero la psoriasis, que se manifiesta por placas de piel enrojecida cubiertas de escamas blancas que causan picazón, en codos, rodillas, cuero cabelludo y otras zonas, o con uñas que cambian de color y de grosor. La artritis psoriásica puede causar dolor, calor y enrojecimiento de las articulaciones, con rigidez (la zona afectada se siente dura y no puede moverse); dedos hinchados (“dedos en salchicha” o dactilitis), cansancio, fatiga y fiebre. También, puede manifestarse con dolor en la columna vertebral, sobretodo en reposo por la noche.

 

 

 

Fuente: Mirada Profesional

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