Llega al país un medicamento para perder peso y los especialistas destacan su uso
Luego de años sin novedades en la materia, se presentó un tratamiento que combina dos fármacos y que genera saciedad, una forma de combatir la obesidad. Es el tercero de su tipo que se vende en el mercado local.
Según los datos oficiales, en el país el 61,6 por ciento de la población tiene sobrepeso o es obesa. La epidemia de este mal crece en todo el mundo, y las alternativas que buscan los especialistas combinas varios aspectos, desde cambios de hábitos a la hora de comer hasta el ejercicio y las cirugías. En el mundo, existe un puñado de medicamentos que ayudan a perder peso, sobre todo en casos extremos, la mayoría no autorizados en el país. Actualmente, hay tres alternativas farmacológicas en el mercado, la última aprobada durante el fin de semana. Especialistas en nutrición explicaron cómo funciona este nuevo fármaco, y alentaron la llegada de nuevos tratamientos en el futuro para engrosar las alternativas locales.
El nuevo tratamiento combina dos fármacos conocidos, y se presentó ante especialistas en el país durante el fin de semana. Este nuevo producto fue aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT y además cuenta con el aval de las agencias regulatorias de la Comunidad Europea (EMA) y de Estados Unidos (FDA), país donde es el medicamento más vendido contra el sobrepeso. “Es una combinación de dos medicamentos que ya existían. El Bupropion es un antidepresivo, pero se vio como efecto secundario el adelgazamiento y la Naltrexona se venía usando porque interviene en los circuitos de recompensa del cerebro. Cuando se juntan dos medicamentos para una enfermedad, se ha visto que se puede dar menos dosis y el efecto se multiplica. Esta es la ventaja de este medicamento”, sostuvo el reconocido nutricionista Alberto Cormillot durante la presentación del nuevo fármaco.
En nuestro país, las personas con sobrepeso y obesidad cuentan con tres fármacos para su tratamiento. La primera droga fue aprobada hace dos décadas. Después hubo un largo impasse, hasta que tuvimos dos novedades casi en simultáneo: el año pasado se lanzó un inyectable y ahora se incorpora una nueva opción en comprimidos. "Tenemos tres. En el mundo hay seis o siete, hay un montón, pero acá no. Ojalá que la Argentina tenga rápidamente más opciones, una adecuada para cada persona que tiene obesidad. Porque esta es una enfermedad muy compleja y multicausal", dijo por su parte Clarín Mónica Katz, presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN). Sobre el nuevo medicamento, los efectos hipotalámicos provocan reducción del apetito e incremento del catabolismo (la parte del proceso metabólico que degrada los nutrientes orgánicos para extraer energía) a través de la estimulación del sistema de la molécula proopiomelanocortina (POMC). Los efectos mesolímbicos atenúan los síntomas secundarios a la reducción del aporte calórico al actuar sobre el centro de la recompensa por vías alternativas a las que utilizan estímulos generados por la ingesta de alimentos.
Los estudios que se realizaron en Estados Unidos demostraron que los pacientes que se trataron durante un año perdieron entre 2 y 4 veces más peso que haciendo solo dieta y ejercicio. Bajaron en 36 semanas de tratamiento el 12 por ciento de su peso inicial. Está indicado para las personas con sobrepeso (Índice de Masa Corporal -IMC- igual o mayor a 27) y con presencia de al menos una comorbilidad relacionada con el exceso de peso, como diabetes tipo 2, hipertensión arterial o hipercolesterolemia. También está indicado para las personas con obesidad (IMC igual o mayor a 30) con o sin factores de riesgo.
Según Katz, estas indicaciones son "un consenso mundial" y el medicamento debe ser recetado cuando la persona con sobrepeso tiene "cualquier cosa que justifique que el impacto de perder peso va a generar un enorme beneficio en la salud". Fuentes de Laboratorios Raffo -que desarrolló el producto- informaron al diario Clarín que ya está a la venta en farmacias de nuestro país, bajo el nombre comercial de Naltreva. Para comprarlo se necesita una prescripción médica con receta archivada. Viene en dos presentaciones: un envase de 60 comprimidos que cuesta $3.500 y otro envase de 120 comprimidos que cuesta $6.500. "Estamos trabajando en la incorporación en obras sociales. Varias ya lo aprobaron y el resto está en trámite", informaron desde el laboratorio.
En nuestro país hay una larga historia de aciertos y fracasos en los fármacos para bajar de peso. En 1998 se aprobó Orlistat, que en la Argentina se comercializa con el nombre de Xenical. Es un tratamiento de prescripción médica en comprimidos. Lo que hace es inhibir parte de la absorción de las grasas que son ingeridas. Baja 6% al 8% del peso en un año con respecto al peso inicial. Otros medicamentos fueron retirados del mercado por los posibles riesgos a la salud. En 2008, la ANMAT suspendió al rimonabant, porque se detectaron efectos adversos "asociados a alteraciones psiquiátricas severas como suicidio, ansiedad y ataques de pánico", indicó en un comunicado. Dos años después, el organismo suspendió la sibutramina. Un estudio de seguridad detectó un aumento del 16% del riesgo de eventos serios cardiovasculares, incluyendo infarto de miocardio no fatal, accidente cerebrovascular no fatal, reanimación después de episodios de paro cardíaco y muerte.
En 2018, llegó al país un medicamento inyectable, la liraglutida. Se aplica con una lapicera prellenada que tiene una aguja subdérmica. La droga, que produce sensación de saciedad, demostró en ensayos clínicos beneficios significativos y sostenidos en la reducción de peso corporal. Y ahora se incorporó al mercado nacional esta nueva alternativa que combina naltrexona y bupropión.