La ANMAT aprueba el uso del primer testeo rápido de coronavirus creado en el país
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó esta semana el primer test rápido creado por científicos argentinos que permite saber si una persona está o estuvo infectada de coronavirus. El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) "aportó al nuevo producto la provisión de un insumo clave que se emplea en el proceso de obtención de una proteína del coronavirus", dijo un comunicado del organismo. "Teniendo en cuenta esta demanda, científicos del consorcio CINDEFI-Bamboo desarrollaron el primer test serológico rápido nacional, que mediante una gota de sangre permite saber si la persona está o estuvo en contacto con el virus SARS-CoV-2", agregaron desde el INTI.
"El nuevo producto tiene un costo accesible (que se calcula entre 5 y 7 dólares) y permite ir siguiendo la infección de una manera activa"
FarmaCov test es el primer análisis 100 por ciento nacional, que se autoriza para realizar testeos rápidos de coronavirus. “Desde el consorcio se contactaron con nosotros porque necesitaban sustituir importaciones de un insumo conocido como IPTG (Isopropil-ß-D-1-tiogalactopiranósido), para inducir la producción de la proteína N del coronavirus. Esta proteína se coloca en las tiras reactivas del test y es clave porque al ponerse en contacto con la sangre de la persona testeada permite detectar la presencia de anticuerpos, en caso de tenerlos indicaría que el virus ingresó a su organismo”, detalla Laura Hermida, subgerenta de Industria y Servicios del INTI, quien integró el equipo de trabajo junto a especialistas de los sectores de Química y Biotecnología.
“El nuevo test rápido permitirá realizar estudios poblacionales a gran escala, mapeo y segregación de áreas. Podrá utilizarse, por ejemplo, en plazas, colectivos y escuelas para separar rápidamente a los positivos, a quienes luego se les podrá realizar un hisopado para aislar a los que están cursando actualmente la enfermedad”, agregó la especialista. Actualmente, la mayoría de los test son importados de Oriente. "El nuevo producto tiene un costo accesible (que se calcula entre 5 y 7 dólares) y permite ir siguiendo la infección de una manera activa, en lugar de atacarlo de forma pasiva sólo centrado en pacientes con síntomas", remarcó Sebastián Cavalitto, del CINDEFI. "El desarrollo del insumo desde INTI acompaña al proyecto en la sustitución de importaciones, clave para que el test pueda tener un precio accesible", concluye Hermida. Como resultado de la experiencia, la científica anticipó que, a futuro, "está previsto transferir la tecnología de producción (del IPTG) para que una empresa nacional pueda fabricarlo".
Fuente: Mirada Profesional