FEFARA por FARMALINK: el PAMI cambia el sistema de procesamiento y validación de recetas
Con la firma de su titular Sergio Cassinotti, el 15 de diciembre el PAMI publicó en su Boletín Oficial una resolución que puede cambiar el escenario inmediato del mercado de medicamentos. A través del convenio 56, la obra social decidió cambiar desde abril del 2018 el sistema de procesamiento, validación y auditoría de recetas, que hasta ahora se realizaba por la empresa FARMALINK, y que desde esa fecha se hará, de prosperar esta idea, con el sistema que usa actualmente la Federación Farmacéutica de la República Argentina (FEFARA). El cambio generó en estas horas todo tipo de especulaciones en el marcado farmacéutico. No es para menos; La industria productora, mediante su empresa FARMALINK dejará de manejar la base de datos del convenio más grande de medicamentos del país. Por el momento, existe mucha incertidumbre por cómo será el nuevo escenario del nuevo convenio de prestación de PAMI que vence a fines de marzo del 2018, año que se perfila como complejo por los ajustes macroeconómicos que plantea el gobierno en el ábito previsional y económico financiero.
La decisión del PAMI de cambiar FARMALINK por el sistema de validación de FEFARA tomó por sorpresa a todo el sector farmacéutico. La federación, con sede en Santa Fe, es una de las cinco entidades que funcionan en el país, junto a la Confederación Argentina Farmacéutica (COFA), la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (FACAF), Farmasur (con sede en Avellaneda, que concentra a grandes cadenas de Capital Federal y el conurbano bonaerense) y la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales de la República Argentina (AFMSRA). Desde hace un tiempo, FEFARA tiene su propio sistema de validación, que según su propia opinión, es confiable y seguro. Según la resolución del PAMI, las negociaciones comenzaron el 21 de septiembre, fecha en ela que se firmó la última renovación del convenio de medicamentos de PAMI con la Industria de los Medicamentos. Este cambio, entrará en vigencia el primer día de abril, por lo cual si se mantiene a partir de ese día todas las farmacias deberán usar este nuevo sistema.
FARMALINK fue creado por la industria farmacéutica para procesar las recetas del sistema de atención sanitaria `pero su mayor dedicación la hace en el convenio de PAMI que valida cerca de 6 millones de recetas.
En primer lugar, el cambio significa un golpe a la industria de los medicamentos, que pierde el control de las millones de recetas, y afectará, sin duda, la relación que tiene con el Estado y su interrelación con los demás actores del mercado ( Droguerías, Entidades que agrupan a las farmacias y farmacias en sí). La principal duda es saber cómo afectará esta medida la negociación para renovar el convenio, que vence el último día de marzo del año que viene. La relación entre las partes permite que la industria entregue un descuento del 38 por ciento en el precio final de los medicamentos ambulatorios, y seguramente se verá afectada por esta decisión del PAMI. “¿Los laboratorios firmarán un nuevo contrato sin el manejo de los datos?”, ¿Estarán obligados a negociar uno por uno con el PAMI?, preguntó MIRADA PROFESIONAL a fuentes muy importantes del sector. La respuesta no deja de sorprender: “PAMI quiere negociar por laboratorio, es decir, atomizar la discusión, para evitar una respuesta en conjunto ante esta situación”.
Otra duda que surge es el futuro de las notas de crédito. Este invento creativo para salvar la falta de efectivo que tuvo en un momento la seguridad social y que permite a las farmacias comprar sus medicamentos mediante esta especie de bonos podría llegar a su fin. Desde FEFARA aseguran que su sistema de validación “está en condiciones de copiar el mismo procedimiento que usa FARMALINK a la hora de generar las Notas de Crédito a las farmacias, estamos en condiciones de hacer el mismo proceso hasta la liquidación final, compartiendo la información con la Industria de los Medicamentos para la emisión de las Notas de Crédito"
La cuestión es que la resolución de PAMI es oficial, y abre una serie de conjeturas respecto al 2018, que según los analistas podría ser un año de ajuste, ya que muchas medidas apuntan a reducir el nivel de gasto, lo que impactará en todos los sectores del consumo.
Por el momento, son todas dudas, que surgen –no podía ser de otra manera –en un diciembre agitado, una costumbre bien argentina.
Fuente: Mirada Profesional