Expertos destacan la disponibilidad en el país de medicamentos para tratar el mal de Parkinson
Conocido popularmente por el temblor que genera, el mal de Parkinson se hizo conocido en este tiempo por el diagnóstico recibido por el cantante Carlos “indio” Solari, que en los últimos días dio una entrevista y contó cómo lo afecta la patología. “Es una enfermedad muy jodida, muy invalidante, voy camino a eso...se nota la progresión, el éxito que va teniendo el profesor Parkinson con mi vida”, sostuvo. En este contexto, expertos argentinos explicaron que en el país hay disponibles la mayoría de los tratamientos que se usan en el mundo, aunque algunas terapias de última generación todavía no llegaron a la seguridad social. "Siempre se está investigando y hay avances en el estudio y tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Uno de los últimos, interesante, es el de la posibilidad de terapias génicas. Investigadores de la Northwestern University, en Chicago, hallaron que el daño a las mitocondrias, una estructura que interviene en procesos energéticos de las células, está relacionada con la enfermedad en un modelo de ratones. Testearon una forma de terapia génica, de alteración de genes, para mejorar la conversión de levodopa a dopamina, que es el neurotransmisor en déficit en Parkinson. Los ratones que recibieron este tratamiento tuvieron mayor beneficio con levodopa, droga usada en la terapia de esta enfermedad. Este estudio puede permitir orientar y desarrollar nuevos tratamientos para los pacientes con la patologia en cuestión", explicó José Bueri, Jefe de Neurología del Hospital Universitario Austral.
El mal de Parkinson es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta el movimiento. Los síntomas comienzan gradualmente. A veces, comienza con un temblor apenas perceptible en una sola mano. Los temblores son habituales, aunque la enfermedad también suele causar rigidez o disminución del movimiento. Ricardo Maiola, médico de planta del Programa de Parkinson y Movimientos anormales del Hospital de Clínicas, señala que a lo largo de los años se fueron introduciendo fármacos que "mejoran la duración de la acción de la levodopa, reducen algunas complicaciones del tratamiento como son las diskinesias inducidas por la medicación, que son movimientos involuntarios que pueden aparecer en el transcurso del tratamiento, y algunos que se administran en forma de introducción de un pequeño tubo en el aparato digestivo o por bombas de infusión subcutánea prolongada, que se indican para tratar de evitar las fluctuaciones en la respuesta farmacológica.
Bueri agregó que "adicionalmente, aparecieron en los últimos años nuevos fármacos con distintos mecanismos de acción para tratamiento sintomático, como Istradefilina, Opicapone y Safinamida, entre otros. Asimismo, levodopa, un tratamiento clásico muy eficaz para la enfermedad, comienza a ser estudiado y utilizado en nuevas formulaciones, como polvo inhalatorio y gel intestinal. Apomorfina, antiguo fármaco, se está usando en bombas de infusión subcutánea y films sublinguales, para controlar períodos de falta de respuesta a la medicación clásica". Por su parte, Emilia Gatto neuróloga y Jefa del área de Enfermedad de Parkinson y Movimientos Anormales del Instituto de Neurociencias de Buenos Aires (INEBA), explicó que los mayores avances en el tratamiento de la enfermedad apuntan no solo a "mejorar las condiciones motoras, es decir el temblor, la rigidez o la lentitud del paciente", sino también a los trastornos asociados como "depresión, alteraciones en el sueño, dolor, trastornos en el sistema urinario, en el sistema evacuatorio intestinal, cambios en la piel, cambios en el humor, y condiciones de apatía". Además, Maiola aseguró que "con respecto a los costos de los medicamentos, deberíamos decir que algunos, como los agonistas dopaminérgicos, son costosos y ahí sí hay una diferencia entre las posibilidades de adquirirlos si el paciente no tiene obra social". La especialista agregó que algunos tratamientos no están disponibles en nuestro país, como duodopa intraduodenal, apomorfina en bomba, "pero se debería aclarar que los fármacos que sí disponemos sirven y mucho para tratar a la mayoría de los pacientes parkinsonianos que vemos a diario".
Fuente: Mirada Profesional