En marcha la primera vacuna terapéutica para el tratamiento de la periodontitis
Un estudio muestra la eficacia de la vacuna a la hora de eliminar la periodontitis crónica grave en ratones |
La periodontitis o ‘enfermedad de las encías’, comúnmente conocida como ‘piorrea’, es una patología básicamente caracterizada por la inflamación y sangrado de las encías. Una enfermedad que, más allá de causar la destrucción de la masa ósea que sustenta las piezas dentales y, por tanto, provocar la pérdida de los dientes, se asocia a un mayor riesgo de enfermedades muy graves y potencialmente mortales. Es el caso, entre otras, de las enfermedades cardiovasculares y de algunos tipos de cáncer. De ahí la importancia de un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Melbourne (Australia), en el que se confirma la eficacia de la primera vacuna específicamente diseñada para tratar la periodontitis grave.
Como explica Eric Reynolds, director de esta investigación publicada en la revista «NPJ Vaccines», «a día de hoy, el tratamiento de la periodontitis se lleva a cabo mediante una limpieza profesional que en ocasiones requiere de cirugía y de la administración de antibióticos. Un método que resulta eficaz. Sin embargo, la bacteria vuelve a aparecer en la placa dental en muchas ocasiones, lo que causa un desequilibrio microbiológico y la reaparición de la enfermedad». Anular las gingipaínas Y exactamente, ¿qué hace la nueva vacuna? Pues actúa específicamente sobre unas enzimas denominadas ‘gingipaínas’ que son producidas por ‘P. gingivalis’, poniendo así en marcha una respuesta inmune –o lo que es lo mismo, la producción de anticuerpos– que neutraliza estas enzimas tóxicas. Un aspecto crucial dado que estas gingipaínas juegan un papel clave en la destrucción del tejido periodontal, lo que provoca la pérdida de los dientes. Esperamos que esta nueva vacuna pueda mejorar la calidad de vida de millones de pacientes en todo el mundo Lógicamente, y dado que el estudio fue llevado a cabo con un modelo animal, debe requerirse que los resultados sean confirmados en seres humanos. Y para ello, los autores esperan poner en marcha un ensayo clínico en el año 2018. Como concluye Eric Reynolds, «tenemos grandes esperanzas en que esta nueva vacuna pueda mejorar la calidad de vida de millones de pacientes en todo el mundo».
Fuente: ABC – España |