Consejos para conservar los medicamentos de forma correcta
Profesionales farmacéuticos recomiendan mantenerlos en lugares limpios, frescos y secos, como así también mantenerlos lejos del alcance de los niños.
Mucha gente desconoce la importancia de mantener los medicamentos en un lugar óptimo para que se conserven sus propiedades y piensa que puede dejarlos en cualquier lugar. Grave error.
La conservación adecuada de los medicamentos es fundamental para mantener su actividad farmacológica de forma óptima. En general, deben evitarse los lugares accesibles a los niños, para evitar intoxicaciones, y los lugares muy húmedos, muy cálidos o a la intemperie, para evitar la degradación del principio activo. Conviene observar la fecha de caducidad que aparece en el embalaje, así como las instrucciones de conservación indicadas en el prospecto.
Estos productos deben ser almacenados en lugares limpios, frescos y secos, evitando que estén expuestos a altas temperaturas y a la luz del sol. Además, deben mantenerse en su envase original y evitar guardarlos en los vehículos para evitar temperaturas no deseadas.
Los medicamentos termolábiles - ejemplo insulinas, las vacunas, determinados colirios, algunos antibióticos - deben conservarse en heladera, entre 2 °C y 8 °C. En las especialidades farmacéuticas de conservación en heladera, es muy importante que no se rompa la cadena de frío desde su fabricación hasta el momento de su administración al paciente, para poder garantizar la idoneidad del preparado. Para asegurar que los medicamentos se mantienen en este rango de temperatura, se debe comprobar regularmente la temperatura de la heladera. Para las mediciones de la temperatura, son útiles los termómetros que permiten conocer la temperatura máxima y la mínima, independientemente de la que marquen en el momento en que se controle.
Otro aspecto a tener en cuenta es la forma de reciclarlos (en farmacias o lugares habilitados) y evitar tirar termómetros, agujas, gasas o productos químicos, vencidos o no.
Y en caso de duda, consulte a un farmacéutico.
Fuente: Mirada Profesional